lunes, diciembre 23, 2013

Mikela!


Sabía que esperaban un pequeño ser, será una niña! - dijeron.
Serás el padrino - dijeron!

Y es que una amistad de años debía seguir fortaleciéndose, la decisión estaba tomada, yo contento!

Ésta semana, Mikela no resistió, su madre se encontraba internada y el riesgo fue siempre el mismo...

Mikela se les fue, se nos fue...

Hasta siempre pequeña Mikela!


domingo, diciembre 01, 2013

Jr.

Fue en lo que pensaba cuando tenía 17 años, era un deseo muy fuerte el de tener un hijo, el de formar una familia y que mis hijos tuvieran todo lo que de niño yo no pude tener. Luego de eso, con el paso de los años terminé por aceptar ese algo que me hacía diferente de los demás, sentía mayor atracción sexual por chicos que por chicas.

Pasaron muchos años para que volviera a tener esos deseos de querer convertirme en padre, algo que tras mi aceptación como homosexual me había resignado a no conseguir, siempre en mi cabeza estuvo esa idea de la cual, ahora, ya no pensaba que fuera tan lejana y tan irreal.

Hace unos meses esa necesidad se volvió algo más fuerte y en una conversación que tuve con mi madre se lo comenté, le dije que quería ser padre pero que dada mi condición no podría ser de la manera convencional a lo que mi madre me respondió: yo te ayudaré a criarlo! – sonreímos los dos.

Hace unos días vi un reportaje sobre los “orfanatos de la muerte” en China, niños abandonados por sus padres  debido a la política del hijo único que se impuso dada la superpoblación de dicho país; dichos orfanatos reciben en su mayoría niñas ya que los padres al querer preservar el nombre de la familia prefieren tener a un varón como descendiente, eso motiva un gran número de abortos al saber que el futuro bebé es una niña, incluso muchos de estos ocurren a un grado avanzado de gestación llegando casi a los 9 meses y a punto de dar a luz, no sé si pueda decir que en el “mejor o peor” de los casos éstas niñas son abandonadas a su suerte y trasladadas a dichos orfanatos en los cuales reciben tratos inhumanos que heriría la susceptibilidad de cualquier persona, incluso muchas de ellas solo son puestas en una habitación hasta que mueran debido a la falta de atención.

Siento que sería bonito ser padre, tener la responsabilidad que conlleva, creo que lo tengo todo en la cabeza aunque las opiniones de algunas personas sean a favor y en contra.

¿Por qué muchas opiniones dispersas? – La situación sería fertilizar un óvulo de una prima y ella está de acuerdo, fertilizarlo con un esperma de alguien a quien aún no he dicho nada, a quien no estoy seguro de decirle porque no sé cómo lo tomaría o si aceptaría, más complicado aún si es que quiero estar alejado de ésta persona.

Les dejo el reportaje que vi.






miércoles, noviembre 06, 2013

Marcela

Conocí a Marcela un domingo (en persona), ya habíamos conversado por skype hace buen tiempo, yo tenía que salir a ver unos pagos de última hora y de paso quería tomarme un café, ella apareció conectada y siempre me dijo que es algo solitaria entonces le propuse encontrarnos, conversar un poco y tomarnos un café...

Me esperó en una librería en el segundo nivel, nos saludamos y empezamos a caminar rumbo a una tienda para sacar mi estado de cuenta de una vez, en determinado momento me  hizo reír ya que me dijo que dudó en saludarme porque no creía que yo fuera gay, pero creo que soy gay y bastante! :)

Fuimos por uno un frapuccino para mí y un jugo para ella, tenía ese antojo hace buen tiempo, mi paladar pedía, salimos de la cafetería y empezamos a caminar ya que era de noche y hacía algo de frio, entonces le pedí que me hablara de ella, como le iba con Antonia una mujer que anda conociendo y por quien está muy animada y la vi sonreir, creo que entonces me di cuenta de que las cosas iban bien o al menos regular, pero mientras caminábamos me decía que quería ir con cuidado, lento porque no quería sufrir y es que ella había vuelto a Perú hace un par de años, algo destruida por una relación con una mujer que vivía en Portugal y que al final le dijo adiós, entonces ella regresó tal y como se fue...

Hace poco la he contactado - me dijo - y es que para poder viajar yo me casé con su hermano y no había caído en cuenta que ahora que estoy rehaciendo mi vida es necesario terminar con eso y por fin divorciarnos...

¿Y como te sentiste al hablar nuevamente con ella?

Bien, no porque la quiera, sino que me di cuenta que ya no me duele hablar con ella, que escuchar su voz no me transporta a nada, a ningún lugar, creo que ya sanó esa herida y por eso me siento bien, tranquila y quiero que los trámites del divorcio salgan de una vez.

¿Antonia?

No, ella no tiene nada que ver, el tiempo hizo su trabajo, soy mas desconfiada o quizás mas calmada, trato de no acelerar el paso, menos en un camino que no conozco... He vivido una vida algo solitaria desde que regresé de Portugal, las cosas no han sido fáciles, tengo pocas amistades y es porque ellos tienen historias bonitas y prefiero alejarme de eso, de las historias bonita,s y siento que no por envidia ya que me gusta que estén bien y felices, pero yo soy así.. simplemente le huyo a las historias bonitas, a las historias bonitas  y ajenas, quizás algún día tenga mi historia bonita... - y sonrió 

Luego de 3 horas de caminar y conversar nos despedimos, ya era tarde, sé que Marcela estará bien y si lo de Antonia va bien pues creo que estará mejor...






viernes, octubre 18, 2013

Emergencia!

"Cuando te vi en aquella camilla no pude evitar quebrarme, te vi tan vulnerable, tan frágil; y entonces comprendí que no eras de hierro ni acero como siempre aparentaste..."

Horas antes...

Casi las 6 de la tarde y llegaba a mi casa, mientras me dirigía a mi cuarto mi hermana Beatriz aparece y me dice que mamá estaba mal y que se iba a ir al hospital, pensé que era algo leve, dejé mis cosas en mi cuarto y fui al cuarto de mi madre.

Mi madre y Beatriz nerviosas, pregunté que pasaba y entonces supe que mamá había empezado a sangrar y que la hemorragia no paraba por nada, nos alistamos en dos minutos y en 5 estábamos rumbo al hospital, Alex iba de copiloto y en la parte trasera mi madre asustada, con los ojos sollozos me cogía la mano, notaba su nerviosismo y me tomaba más fuerte la mano.

Eran casi las 10 de la noche, mamá había sido atendida por emergencia, la dejé pasar por esa puerta en la que aquella joven doctora me detuvo, ahora yo debía esperar...

Nunca había estado en sala de emergencias, fue una experiencia única, estaba asustado, salió una enfermera mencionando mi nombre me encargó ir a admisión, farmacia y luego a laboratorio para que fueran a tomar análisis a la misma cama dado que mamá no debía hacer esfuerzo alguno...

No sabía nada, pero recordé que Alex estaba en la puerta del hospital ya que no lo dejaron entrar, conversamos un poco y le pedí que se fuera a trabajar que yo me quedaría con mamá y le avisaría apenas supiera algo, me dijo que esperaría un poco más y yo volví a entrar...

Pude entrar gracias a la enfermera, entré y la ví demacrada, tan débil, no pude con eso mis ojos se llenaron de lágrimas y entonces ella me dijo: Hijo estoy bien, tranquilo, cogí fuerte su manó y asentí con la cabeza.
Tuve miedo, tanto miedo, no quería verla ahí, así.

Regresé a casa a cambiarme y ponerme algo abrigador, algo de ropa para mi mamá porque ella debía quedarse, había perdido demasiada sangre y tenía que descansar y recuperarse, si la hemorragia no cesaba debían operar de emergencia; estando en mi cuarto mi hermano Elias me toca la puerta y con los ojos llorosos me pregunta por mamá, él al igual que yo estaba asustado, entonces fui fuerte y le dije: Hijo, mamá está bien, no te preocupes si? - Entonces se tranquilizó.

Regresé al hospital, Alex ya se había ido a trabajar y ahora yo estaba en la puerta de emergencia a seguir la espera. 

Mientras estaba ahí parado vi de todo, camillas a cada lado del pasillo, vi a una mujer pasar en silla de ruedas que llegaba a una camilla y luego de sentarse en ella se sacó las zapatillas e intentó acomodarlas ayudándose con los pies pero no podía hacerlo, se veía débil y mis pies se movieron hacia ella le acomodé las zapatillas y ella me dio las gracias con una sonrisa débil, luego de eso se recostó y yo volví a mi lugar de espera.

Casi a las 3 de la mañana me dijeron que mamá estaba estable, que la iban a pasar a observación y yo estaba más tranquilo, cuando la trasladaron me pidió que no falte al trabajo, que no me preocupe y que vaya a descansar al menos un poquito...

A las 8 am. me reportaba en el trabajo, no podría llegar a la hora de visita así que avisé a mis tíos para que puedan ir a verla, aunque mamá se moleste ellos son sus hermanos y merecen saber lo que a ella le pase...

Mamá y yo tenemos una conexión especial, es una gran mujer, una gran madre y una gran amiga...

Recordé lo que me dijo una vez: Hijo, sé feliz a tu modo, si tu eres feliz entonces yo también soy feliz! 

 Gracias a Guillo que no me dejó esa madrugada y a los amigos que estuvieron pendientes sobre la salud de mi Celi!

Gracias Dios por proteger a la creadora de mis días!






viernes, octubre 11, 2013

Miedo

Tenía yo alrededor de 11 años y dado que mis padres trabajaban mis hermanos y yo pasábamos la tarde en en una sede del INABIF al cual íbamos todos los días luego de salir de clases, en aquel lugar almorzábamos, hacíamos las tareas y también jugábamos.

Como es común este centro competía con otros similares en distintas actividades, nunca destaqué en deporte pero una vez participé en un concurso de baile junto a algunos compañeros. Debo reconocer que yo estaba emocionado ya que era mi primera vez y como era el más grande de todo el grupo de alguna manera la profesora de danzas me confió el dirigir al grupo. Craso error!

Las semanas pasaban y los ensayos se iban haciendo mas intensos, todos los días luego de almorzar y hacer las tareas, el grupo entero conmigo a la cabeza pasábamos al patio principal a seguir los pasos ya acordados. Mi preocupación en ese entonces fue como haría para conseguir el traje, la economía de mi hogar distaba mucho de ser estable y a mis 11 años era algo que me preocupaba mucho, pero mi madre siempre se las ingeniaba, compraba tela, cosía y hacía maravillas para siempre hacer el traje más bonito y con mejores acabados para mi o mis hermanos. Ella es un sol!

Y bueno, el día llegó, no recuerdo haber estado más enfocado en algo de mi niñez que en ese dichoso concurso de baile, todo lo que debió ser algo bonito y muy bien cuidado se transformó para mí en un trauma que he llevado por muchos años y es la razón por la cual nunca más he vuelto a participar de algún evento similar. Y ¿Qué pasó? - se preguntarán todos.

Me olvidé uno de los pasos, mi cabeza estaba muy enfocada en el paso principal de toda la presentación que en pleno concurso omití parte de la coreografía y por tal razón al final me sobraba pista musical que tuvo que ser rellenada con el doble de tiempo del último paso.

No ganamos nada, nos volvimos como llegamos, con las manos vacías y yo acompañado de un trauma que me ha seguido por muchos años, nunca más volví a participar en una sola presentación escolar ya que siempre tuve miedo a "olvidarme" la coreografía y terminar por fregar todo, incluso aquel día escuché los lamentos de la profesora de danzas que mientras se sobaba la cara con las palmas de sus manos se decía: Justo en el que más confiaba!

Ha pasado mucho tiempo de eso y en estos tiempos en que me encuentro tranquilo y feliz por mi pequeña sobrina he tenido la idea de meterla a estudiar danzas, pienso que Hatsumi podría dejar de mover su cuerpito al ritmo del TequeTeque o "Envidia me tienen envidia" y cambiarlo por zapateos y juegos de muñecas y pañuelos con una marinera; entonces me he preguntado y porque no termino con mi miedo de una vez y aprendemos juntos?

Marinera del Perú!

sábado, agosto 31, 2013

20 lucas!

Había confirmado ya que almorzaríamos juntos y como es del norte decidió que fuéramos a comer algo típico de la ciudad que lo vio nacer… Eran las 12:30 del día y yo terminaba de alistarme para enrumbar hacia la estación Javier Prado.

Salí corriendo del gym porque no quería llegar tarde, tomé el metropolitano, en el camino pensaba como reaccionaríamos al vernos, si él se avergonzaría un poco o quizás yo, iba leyendo mi comercio, era domingo y como pocos días por estas fechas hacía un poco de sol… Pensaba que era un presagio, uno bueno…

Llegué a la estación indicada y subí por las escaleras pero no vi a nadie, decidí esperar y luego de unos 5 minutos recibí la llamada de Guillo y me preguntaba ¿Dónde estás?  A lo lejos lo pude ver y le hice señas, estábamos a los lados opuestos de un mismo puente. Un abrazo algo prolongado selló el encuentro.

“Los Piuranos” es el lugar al que iríamos a comer y que estaba a unas cuadras de la estación, mientras caminábamos y conversábamos todo se hacía más familiar, como si nos conociéramos de siempre, en realidad yo no quise que nos conociéramos porque creía que esa conexión que habíamos logrado tener mediante las llamadas y las conversaciones por Skype se rompieran, lo bueno de todo es que no fue así.

Llegamos al local y se encargó del pedido, claro y es que la situación la podía manejar  mejor él ya que conocía los platos y quería sorprender de lo bien que se cocina en su tierra. Quedé complacido.

Era la hora de pedir la cuenta y yo sacaba mi tarjeta para pagar mi plato y cuando subí la mirada vi que sonreía y dijo: Luquito, aquí no admiten tarjetas! No me causó gracia, hoy en día ¿Qué local no admite tarjetas? Y yo la verdad que ando con el efectivo siempre justo. No te preocupes, yo invito – dijo

Salimos y le pedí ir a un cajero para poder retirar algo de efectivo, yo quería pagar mi cuenta, no me gusta que me inviten, empezamos a caminar cruzando la Javier Prado, mientras conversábamos de lo mejor un taxi se paró al lado de nosotros y el chofer preguntó si teníamos cambio para un billete de 20 soles a lo que moví la cabeza a los lados y pretendí seguir caminando, luego recordé que a Guillo le habían dado de vuelto dos billetes de 10 soles y cuando voltee a verlo él también se había dado cuenta de eso y dijo: Si tengo dos billetes de 10 soles que me dieron en el restaurante.

 ¿Puedes revisar el billete? – me dijo. Yo le pedí el billete al taxista, la señora que iba en la parte de atrás del taxi dijo: Está bien el billete… Algo no cuadraba, algo en el billete se me hacía extraño y antes de que Guillo le entregara los billetes le dije: Espera, este billete está extraño… Él tomó el billete y no le pareció falso. Está bien – dijo

El taxista se fue agradeciendo y yo con la duda en la cabeza, empezamos a ver de nuevo el billete. El veredicto final fue: NOS LA HICIERON! El billete era falso.

Retomamos la caminata en busca del cajero y mientras hacíamos eso pensaba en como es común hoy en día que estafen a tanta gente, entiendo que fue descuido nuestro, quizás para una siguiente vez no me anime a hacerle un favor similar a alguien y creo que Guillo tampoco, lo bueno fue que esa anécdota no malogró para nada la tarde...