viernes, octubre 18, 2013

Emergencia!

"Cuando te vi en aquella camilla no pude evitar quebrarme, te vi tan vulnerable, tan frágil; y entonces comprendí que no eras de hierro ni acero como siempre aparentaste..."

Horas antes...

Casi las 6 de la tarde y llegaba a mi casa, mientras me dirigía a mi cuarto mi hermana Beatriz aparece y me dice que mamá estaba mal y que se iba a ir al hospital, pensé que era algo leve, dejé mis cosas en mi cuarto y fui al cuarto de mi madre.

Mi madre y Beatriz nerviosas, pregunté que pasaba y entonces supe que mamá había empezado a sangrar y que la hemorragia no paraba por nada, nos alistamos en dos minutos y en 5 estábamos rumbo al hospital, Alex iba de copiloto y en la parte trasera mi madre asustada, con los ojos sollozos me cogía la mano, notaba su nerviosismo y me tomaba más fuerte la mano.

Eran casi las 10 de la noche, mamá había sido atendida por emergencia, la dejé pasar por esa puerta en la que aquella joven doctora me detuvo, ahora yo debía esperar...

Nunca había estado en sala de emergencias, fue una experiencia única, estaba asustado, salió una enfermera mencionando mi nombre me encargó ir a admisión, farmacia y luego a laboratorio para que fueran a tomar análisis a la misma cama dado que mamá no debía hacer esfuerzo alguno...

No sabía nada, pero recordé que Alex estaba en la puerta del hospital ya que no lo dejaron entrar, conversamos un poco y le pedí que se fuera a trabajar que yo me quedaría con mamá y le avisaría apenas supiera algo, me dijo que esperaría un poco más y yo volví a entrar...

Pude entrar gracias a la enfermera, entré y la ví demacrada, tan débil, no pude con eso mis ojos se llenaron de lágrimas y entonces ella me dijo: Hijo estoy bien, tranquilo, cogí fuerte su manó y asentí con la cabeza.
Tuve miedo, tanto miedo, no quería verla ahí, así.

Regresé a casa a cambiarme y ponerme algo abrigador, algo de ropa para mi mamá porque ella debía quedarse, había perdido demasiada sangre y tenía que descansar y recuperarse, si la hemorragia no cesaba debían operar de emergencia; estando en mi cuarto mi hermano Elias me toca la puerta y con los ojos llorosos me pregunta por mamá, él al igual que yo estaba asustado, entonces fui fuerte y le dije: Hijo, mamá está bien, no te preocupes si? - Entonces se tranquilizó.

Regresé al hospital, Alex ya se había ido a trabajar y ahora yo estaba en la puerta de emergencia a seguir la espera. 

Mientras estaba ahí parado vi de todo, camillas a cada lado del pasillo, vi a una mujer pasar en silla de ruedas que llegaba a una camilla y luego de sentarse en ella se sacó las zapatillas e intentó acomodarlas ayudándose con los pies pero no podía hacerlo, se veía débil y mis pies se movieron hacia ella le acomodé las zapatillas y ella me dio las gracias con una sonrisa débil, luego de eso se recostó y yo volví a mi lugar de espera.

Casi a las 3 de la mañana me dijeron que mamá estaba estable, que la iban a pasar a observación y yo estaba más tranquilo, cuando la trasladaron me pidió que no falte al trabajo, que no me preocupe y que vaya a descansar al menos un poquito...

A las 8 am. me reportaba en el trabajo, no podría llegar a la hora de visita así que avisé a mis tíos para que puedan ir a verla, aunque mamá se moleste ellos son sus hermanos y merecen saber lo que a ella le pase...

Mamá y yo tenemos una conexión especial, es una gran mujer, una gran madre y una gran amiga...

Recordé lo que me dijo una vez: Hijo, sé feliz a tu modo, si tu eres feliz entonces yo también soy feliz! 

 Gracias a Guillo que no me dejó esa madrugada y a los amigos que estuvieron pendientes sobre la salud de mi Celi!

Gracias Dios por proteger a la creadora de mis días!






viernes, octubre 11, 2013

Miedo

Tenía yo alrededor de 11 años y dado que mis padres trabajaban mis hermanos y yo pasábamos la tarde en en una sede del INABIF al cual íbamos todos los días luego de salir de clases, en aquel lugar almorzábamos, hacíamos las tareas y también jugábamos.

Como es común este centro competía con otros similares en distintas actividades, nunca destaqué en deporte pero una vez participé en un concurso de baile junto a algunos compañeros. Debo reconocer que yo estaba emocionado ya que era mi primera vez y como era el más grande de todo el grupo de alguna manera la profesora de danzas me confió el dirigir al grupo. Craso error!

Las semanas pasaban y los ensayos se iban haciendo mas intensos, todos los días luego de almorzar y hacer las tareas, el grupo entero conmigo a la cabeza pasábamos al patio principal a seguir los pasos ya acordados. Mi preocupación en ese entonces fue como haría para conseguir el traje, la economía de mi hogar distaba mucho de ser estable y a mis 11 años era algo que me preocupaba mucho, pero mi madre siempre se las ingeniaba, compraba tela, cosía y hacía maravillas para siempre hacer el traje más bonito y con mejores acabados para mi o mis hermanos. Ella es un sol!

Y bueno, el día llegó, no recuerdo haber estado más enfocado en algo de mi niñez que en ese dichoso concurso de baile, todo lo que debió ser algo bonito y muy bien cuidado se transformó para mí en un trauma que he llevado por muchos años y es la razón por la cual nunca más he vuelto a participar de algún evento similar. Y ¿Qué pasó? - se preguntarán todos.

Me olvidé uno de los pasos, mi cabeza estaba muy enfocada en el paso principal de toda la presentación que en pleno concurso omití parte de la coreografía y por tal razón al final me sobraba pista musical que tuvo que ser rellenada con el doble de tiempo del último paso.

No ganamos nada, nos volvimos como llegamos, con las manos vacías y yo acompañado de un trauma que me ha seguido por muchos años, nunca más volví a participar en una sola presentación escolar ya que siempre tuve miedo a "olvidarme" la coreografía y terminar por fregar todo, incluso aquel día escuché los lamentos de la profesora de danzas que mientras se sobaba la cara con las palmas de sus manos se decía: Justo en el que más confiaba!

Ha pasado mucho tiempo de eso y en estos tiempos en que me encuentro tranquilo y feliz por mi pequeña sobrina he tenido la idea de meterla a estudiar danzas, pienso que Hatsumi podría dejar de mover su cuerpito al ritmo del TequeTeque o "Envidia me tienen envidia" y cambiarlo por zapateos y juegos de muñecas y pañuelos con una marinera; entonces me he preguntado y porque no termino con mi miedo de una vez y aprendemos juntos?

Marinera del Perú!