domingo, abril 19, 2015

Sandía con papa...

Algunos de mis amigos cercanos saben que pronto seré tío una vez más y es que mi hermana la madre de mi negra preciosa está esperando bebé luego de más de 5 años de que Hatsumi naciera.

Recuerdo que el primer embarazo de mi hermana fue un poco chocante, quizás porque nunca vi a mi madre en arcadas o antojos exagerados durante sus varios embarazos, pero cuando mi hermana salió embarazada no podía comer nada, su rostro demacrado era algo que daba pena y horror, comía algo y lo vomitaba al minuto, era feo verla así siendo ella alguien que nunca se privó de comer nada.

Bueno, en este embarazo la ha llevado muy bien, sigue trabajando con tranquilidad, sin embargo hay algo que llama la atención y es que si bien mi hermana no tiene complicaciones con náuseas y antojos estos han pasado a ser exclusivos de mi sobrina. La pequeña Hatsumi ha pasado a no poder comer con tranquilidad, sufre incluso al probar cosas que antes le gustaba comer,  incluso en el almuerzo de los últimos días se le ha dado por comer un trozo de papa y luego un trozo de sandía, un poco de arroz y gajos de mandarina, es extraño y hasta curioso lo que pasa ya que he visto casos en los “ascos y antojos” del embarazo se trasladan a los padres, pero nunca había leído algo sobre los hermanos.


Cabe decir que Hatsumi es la más entusiasta con la llegada del nuevo miembro de la familia, cuidada y quiere mucho más a su mamá, y es que mi sobrina es demasiado efusiva tanto así que los pequeños de la cuadra huyen despavoridos cuando ven a mi sobrina asomarse.  



lunes, abril 13, 2015

Culpables?

Hace unas semanas tuve una discusión con mi padrastro, en los últimos años hemos tenido más desacuerdos que atinos y eso sumado a otros problemas más han hecho que las relaciones familiares de todos en casa se hayan deteriorado.

Tomé el metropolitano para volver a casa luego de unos días fuera de ella, los días se han pasado algo rápido, eran casi las 9 de la noche mientras que con cada estación que avanzamos el bus se iba llenando más, me acomodé apoyando mi espalda en una de las barandas del bus, me coloqué los audífonos y cerré los ojos mientras buscaba dentro de mi alguna solución para mis problemas económicos… Ojalá pudiera multiplicar los únicos 20 soles que tengo en el bolsillo así como Jesús hizo con los panes y pescados – pensaba.

Una erección repentina me hizo despertar del trance, llevaba jeans y no llevaba interiores, pensé que era el roce de la mochila que llevaba en la mano sobre mi entrepierna lo que había generado tan bochornosa situación, pero cuando pude darme cuenta era que alguien sutilmente había colocado su mano en esa zona, moví mi mano empujando la ajena y me acomodé mirando a otro lado mientras colocaba mi mochila cubriendo esa parte y evitar una situación similar, faltaba poco para llegar al destino.

Poco antes de salir de la estación me llamó Damián y estuvimos conversando sobre lo injusta de la vida, sobre lo que había sido la semana, sobre los problemas que hemos tenido en el trabajo y, como siempre, quedamos en vernos por ahí algún día para ir al cine, hablamos de cine clásico y además le conté sobre lo ocurrido en el metropolitano con la mano ajena y siempre a su fiel estilo me dijo: yo hubiera aprovechado!

Llegué a casa, saludé a mi padrastro y me metí a mi habitación; ya en mi cama luego de unos mimos por whatsapp y de culturizarme conociendo algo de Mozart, Beethoven y compañía, es que empezó todo…

Mis hermanos, los dos que me siguen, llegaron de una reunión y ebrios se dispusieron a seguir bebiendo con música incluida en la azotea de casa, yo andaba de mal humor porque mi insomnio sumado a la bulla por más mínima que fuera llegaba a mis oídos y no podía dormir, la mayoría en casa necesita dormir ya que todos trabajan y entonces salió mi padrastro a decirle a uno de mis hermanos que nos dejen dormir, luego bajó mi otro hermano y se armó una discusión que no pensé que podía darse, cuando escuché más bulla salí de mi cuarto mientras uno de mis hermanos separaba al otro de mi padrastro, Elías encaraba a mi hermano mientras yo trataba de calmarlo a él y mis dos hermanas lloraban…

Debo reconocer que no pensé que pudiera darse una situación así, empecé este post agobiado y llorando, viendo en lo que una familia se ha convertido, me pregunto si hay culpables, si es que se puede culpar a alguien, si es que todos somos culpables o simplemente nadie es culpable…

Supongo que cada uno lleva su cruz, que cada uno la carga como puede, yo cargo la mía y trato de hacer las cosas bien, trato de no ser “el problema”, ya me desahogué y no sé si es buena idea ir a trabajar o quedarme a hablar con mis hermanos, son casi las 4 de la mañana y si duermo ahora sé que no despertaré ni aunque tenga la alarma a 10 centímetros de mi oreja, que desgaste físico y emocional.


Me pregunto: ¿Cómo se puede arreglar esto? - Me da un poco de vergüenza escribir éstas cosas, quizás este post esté poco tiempo aquí.